lunes, 26 de noviembre de 2012

Adiós, Tony Leblanc

Nació en el Museo del Prado, un hecho anecdótico, porque su padre trabajaba de conserje y tenía la vivienda en el mismo edificio, pero ahí quedó marcado en su DNI para siempre.
El deporte perdió a un boxeador y el mundo del fútbol un buen delantero (consiguió ser pichichi en la tercera división), pero el cine ganó a un actor que marcó una época y nos hizo reír durante muchos años.
En nuestro recuerdo quedarán aquellas películas que protagonizó: "Amor bajo cero","Los tres de la Cruz Roja", "El tigre de Chamberí","Historias de la televisión" o la clásica "El día de los enamorados".
Su figura de pícaro hizo que naciera un nuevo galán, en plan cómico, y pudiera conquistar el corazón de las muchachas por su forma de actuar. La personalidad fue irrepetible y durante la segunda mitad del siglo XX, el mundo del cine, el teatro y la televisión pudo disfrutar de sus actuaciones.
Santiago Segura lo rescató del ostracismo, ya que desde el año 1975 no hacía cine y pudo conseguir dos Goya (en reconocimiento a toda una carrera y otro en su actuación en "Torrente, el brazo tonto de la ley").
Se nos va un genio del humor, (ya nos van quedando pocos), y como él decía:
"La risa, es junto al amor, lo más importante de la vida".

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