jueves, 28 de julio de 2016

Uso de las Mayúsculas



¿Sabías qué...?
1. ... las palabras SolLuna y Tierra se escriben con inicial mayúscula o minúscula dependiendo del contexto? Se escriben con inicial mayúscula cuando se habla de estos astros en términos astronómicos, como en "la Tierra da vueltas alrededor del Sol", y en minúscula en el resto de casos, como en la expresión "hoy apenas calienta el sol". 


2. ... los nombres de los días de la semana (lunes, martes, miércoles...) y los de los meses del año (enero, febrero, marzo...) se escriben siempre con la inicial en minúscula? Solo está permitido escribirlos con la inicial en mayúscula cuando forman parte de fechas históricas, festividades o nombres propios, como en "Viernes Santo" o "Dos de Mayo". 


3. ... la palabra internet se puede escribir tanto con minúscula como con mayúscula inicial? Es, además, una palabra de género ambiguo, es decir, se puede hacer referencia a ella tanto en masculino como en femenino. 


4. ... los tratamientos don/doñasan(to)/santaseñor/a... se escriben, por regla general, con inicial minúscula? Solo está permitido escribirlos con mayúscula en casos excepcionales: por ejemplo, cuando el tratamiento y el nombre al que acompaña han pasado a formar un grupo sustantivo propio: Don Benito (localidad española), San José (capital de Costa Rica), Nuestra Señora de Fátima. 


5. ... en contra de lo que cree mucha gente, no por ser mayúscula una letra se libra de llevar tilde? Hace unos años se acostumbraba a no ponerles tilde a las mayúsculas debido a que las máquinas de escribir mecánicas no estaban diseñadas para ello, pero ninguna regla exime a una mayúscula de llevar tilde. Así, escribiremos siempre Ángela, con tilde, y no Angela. La única excepción que tiene esta regla es cuando la palabra es una sigla (como en la palabra CIA, del inglés Central Intelligence Agency). 


6. ... en un diálogo, cuando el comentario del narrador va introducido por un verbo de dicción ("decir", "añadir", "asegurar", etc.), el comentario debe iniciarse en minúscula, mientras que en el resto de casos lo debe hacer en mayúscula? Así, escribiremos, respectivamente:

—No se moleste —dijo Juan, y cerró la puerta y salió de mala gana.
—No se moleste. —Cerró la puerta y salió de mala gana. 

En el segundo caso, además, cerraremos el parlamento del personaje antes, con un punto, como se ve en el ejemplo. 

viernes, 22 de julio de 2016

Prefijos: Normas de utilización





Los prefijos son elementos afijos, carentes de autonomía, que se anteponen a una base léxica (una palabra o, a veces, una expresión pluriverbal) a la que aportan diversos valores semánticos.
La norma general es clara y simple: la única manera de escribirlos correctamente y con propiedad es soldarlos, pegarlos, juntarlos, unirlos completamente a la palabra que modifican, sin guion y sin espacio intermedio, justamente como se hace con los sufijos y demás elementos compositivos, y forman palabras nuevas (codirector, posapocalíptico, exmilitar, comecocos, sacacorchos).
Hay muy pocas y raras excepciones, y a continuación expongo únicamente dos, las que pueden darse más frecuentemente en la escritura general, para simplificar este tema más todavía:
Primera excepción:
Cuando el prefijo se une a una palabra que empieza normativamente por mayúscula o a una expresión numérica escrita en cifras, se enlaza mediante un guion. Esto es lógico, ya que el propio sistema ortográfico de la lengua española no acepta tener palabras con mayúsculas o cifras intermedias.
Segunda excepción
Cuando los prefijos (especialmente anti-, pro– y ex-) modifican expresiones complejas, compuestas por más de un elemento, el prefijo se escribe excepcionalmente separado: vice primer ministro, anti derechos de autor; esto se explica porque el prefijo se aplica a todo el conjunto que expresa una idea o concepto, y no sería, en general, adecuado juntarlo con uno solo de los elementos: *viceprimer ministro, *antiderechos de autor. En estos casos, tampoco debe usarse nunca guion.
Como es comprensible, hay prefijos especiales o peculiares, o incluso vocablos que se confunden a veces con ellos, que requieren, por consiguiente, un poco más de atención y cuidado para escribirlos adecuada y correctamente:
pos(t)
Este prefijo, que significa ‘detrás de’ o ‘después de’, tiene la peculiaridad de acabar en dos consonantes seguidas, por lo que en español, como es bastante razonable, suele simplificarse en pos. Esto no siempre es así, ya que al soldarlo a palabras que empiezan por s– se mantiene la –t para evitar juntar dos eses (postsindicalista); si la palabra empieza por t-, evidentemente se emplea la forma simplificada (postraumático), al igual que en todos los demás casos. Otra curiosidad de este prefijo es que cuando se une a una palabra que comienza por r-, no debe duplicarse esta letra para mantener el sonido /rr/ (posromántico), como ocurre con el resto de prefijos acabados en consonante.
ex
Hasta 2010, la Real Academia Española consideraba este prefijo como uno especial, con valor preposicional, que debía escribirse separado mediante un espacio de la palabra a la que se unía, pero a partir de finales de 2010, con la nueva edición de la Ortografía de la Lengua Española y la reforma ortográfica que conlleva —especialmente en cuanto a escritura de prefijos y otros elementos compositivos se refiere—, por fin se reconoce y se considera prefijo normal y se escribe ya totalmente soldado, y por supuesto y como siempre, sin guion, como el resto de prefijos, sufijos y demás elementos compositivos. Otra consideración para este prefijo es que no se recomienda su empleo antepuesto a sustantivos o adjetivos referidos a cosas; en ese caso es preferible el uso de adjetivos como antiguo, anterior, o de adverbios como anteriormente.
no
Este vocablo no es prefijo, sino adverbio de negación, aunque en ciertos casos tiene un valor parecido al de un prefijo por sus orígenes en el latín y el actual inglés non-, y de ahí nace la confusión. DPD: Se antepone a sustantivos o adjetivos abstractos, denotando inexistencia de lo designado por ellos (no fumador, no muerto); debe escribirse y se escribe separado y sin guion intermedio.
super
Del DPD: Elemento compositivo prefijo que denota ‘lugar situado por encima’: superciliar, superponer; ‘superioridad o excelencia’: superpotencia, superhombre; o ‘exceso’:superpoblación, superproducciónEn el español coloquial actual se usa con mucha frecuencia para añadir valor superlativo a los adjetivos o adverbios a los que se une: superútil, superreservado, superbiénComo el resto de los elementos compositivos prefijos, super– es átono y debe escribirse sin tilde y unido sin guion a la palabra base. No se considera correcta su escritura como elemento autónomo.No debe confundirse con el adjetivo y el sustantivo súper, que sí son palabras independientes.
pro
Significa ‘a/en favor o en beneficio de’. Hasta finales de 2010, la norma académica consideraba que era preposición, y por consiguiente debía escribirse siempre separada del resto de palabras —y evidentemente sin guion— ; pero con la nueva revisión de laOrtografía de la lengua española por fin se admite y se reconoce que es prefijo, y por consiguiente debe escribirse, como norma general, unido, fusionado, pegado a la palabra que modifica, sin guion ni espacio.
Con el resto de prefijos no debería haber ningún problema; son normales, sin peculiaridades ni particularidades, sin ningún tipo de complicación y, por supuesto, todos siguen la norma general. Lo único que hay que tener en cuenta es que si se anteponen a palabras que comienzan por r-, esta letra se duplica para mantener el sonido /rr/(prerrománico, antirrevolucionario); y que si los prefijos que acaban con vocal se unen a lexemas que empiezan con la misma vocal (caso en el que por supuesto tampoco se escribe guion ni se deja espacio), esta puede y suele reducirse a una sola(sobreescribir, sobrescribir; antiimperialista, antimperialista; contraataque, contrataque) excepto cuando tal simplificación comprometa la correcta y adecuada comprensión del vocablo por existir formas semejantes en apariencia o, evidentemente, cuando la palabra base comience por h y se intercale así entre ambas vocales.
El resto de elementos compositivos (por ejemplo: limpia-, come-, tira– y un largo etcétera) tampoco se escriben correctamente en algunos casos, a pesar de estar dentro de la simple norma general en todos los casos. Por ejemplo, no es lo mismo come cocos (3.ª persona del singular, presente de indicativo), come cocos (imperativo) y comecocos(sustantivo). Tampoco tendría coherencia ni utilidad real colocar guiones intermedios en estos casos. Así pues, estos tipos de palabras compuestas no deben escribirse nunca con guiones ni espacios intermedios.

martes, 19 de julio de 2016

Dudas gramaticales


¿“Mis amigos y yo” o “Yo y mis amigos”?
“El burro delante para que no se espante” era la fórmula utilizada por los docentes para recordarnos que no debemos anteponer el pronombre de primera persona en una enumeración. Se trata de una cuestión más de cortesía que propiamente gramatical. Así pues, demos preferencia a nuestros amigos si no queremos parecer poco elegantes.
“Es por eso que no he podido venir antes”
¿Suena mal, verdad? Pues se trata de una construcción absolutamente correcta: es el “que galicado”, una fórmula tradicionalmente rechazada, pero cuya extensión geográfica y social en América ha provocado su aceptación. Se trata de una oración copulativa estructurada en dos partes: el elemento focalizado y una subordinada que, no obstante, puede ser sustituida: “por lo que”.
“¿Qué cuesta eso?” o “¿Cuánto cuesta eso?”
A pesar de que la utilización del “¿qué cuesta?” (o “vale” o “pesa”, es decir, verbos que expresan magnitudes) esté más o menos extendida en un registro coloquial, es preferible utilizar “cuánto”. Sin embargo, cuando a dicho interrogativo le sigue un sustantivo, como es el caso de “¿qué distancia hay…?”, se considera válido. Las construcciones de preposición e interrogativo que aparecen en oraciones como “¿qué vas, a tu casa?” son coloquiales, propias de la lengua hablada, y por lo tanto no deben reproducirse por escrito.
“En cuyo caso”: ¿correcto o incorrecto?
La búsqueda de “en cuyo caso” en la red devuelve casi 60 millones de resultados, todos ellos incorrectos: el volumen recuerda que “cuyo” es un determinante que se caracteriza por aportar un significado posesivo, un matiz que no tiene lugar en dicha construcción. Es preferible utilizar alternativas como “en tal caso” o “en ese caso”.

¿“Delante de mí” o “delante mío”?
Una de las dudas más frecuentes, ya que ambas estructuras parecen semejantes. Sin embargo, “delante” es un adverbio, una clase de palabra que no puede combinarse con determinantes, por lo que la fórmula “delante mío” es incorrecta. Sin embargo, “alrededor nuestro” sí está permitido, puesto que la palabra “alrededor” puede ser tanto un adverbio como un sustantivo.
“Mi Pepe también cocina bastante bien”
Sabemos a la perfección que fórmulas como “la María” o “el Juan” resultan vulgares, pero dudamos cuando se trata de un posesivo. Es también incorrecto, un rasgo propio de la lengua popular. Tan solo se admite la anteposición de un indeterminado cuando se pretende realzar una cualidad representativa, como en “una obra maestra escrita con el ingenio de un tal Miguel de Cervantes”.
¿“Veintipico” o “Veinte y pico”?
Un caso bastante peculiar. Si bien en el caso del numeral veinte se admiten ambas variantes, a partir de los treinta, se recomienda la forma escrita en varias palabras, es decir, “treinta y pico”. Un consejo: nunca digas “veinte y pico” en Chile, puesto que allí, “pico” alude al órgano sexual masculino.
¿“Zapatillas de lo más bonito” o “zapatillas de lo más bonitas”?
La lógica podría inclinarnos hacia la segunda opción, puesto que en ella el adjetivo “bonitas” concuerda en género y número con el sustantivo “zapatillas”, pero la nueva Gramática de la Lengua Española considera que la variante no concordada (“de lo más bonito”) es más formal. Como explica el manual, también existe un matiz de significado: la variante concordada se aplica únicamente a las zapatillas, mientras que en el caso de la no concordada el adjetivo se utiliza en grado máximo.
“A día de hoy”: ¿correcto o incorrecto?
El volumen del instituto Cervantes acusa directamente a los lenguajes periodístico, político y administrativo de extender este uso importado del francés. ¿Para qué calcar “aujourd‘hui” si podemos utilizar fórmulas como “hoy por hoy”, “hoy en día”, “en la actualidad” o, simplemente, “hoy”?
¿“Cuando menos” o “cuanto menos”?
Dos construcciones que conducen a la confusión incluso a las personas más cultas. “Cuando menos” significa “como mínimo”, mientras que “cuanto menos” puede ser una locución conjuntiva que signifique “con mayor motivo” o una locución determinativa que equivalga a “si menos”. En resumidas cuentas: es incorrecto decir “su respuesta fue, cuanto menos, inapropiada”, mientras que es válida la fórmula “cuanto más duermo, más sueño tengo”.

jueves, 7 de julio de 2016

Manías y curiosidades entre los escritores


  1. El conde de Buffon solo podía escribir vestido de etiqueta, con puños y chorreras de encaje y con la espada colgando de su cinturón.
  2. Alejandro Dumas, padre, solía vestir cuando escribía algo similar a una sotana de color rojo, con amplias mangas y en los pies, unas sandalias.
  3. Chateaubriand dictaba sus textos a su secretario mientras caminaba descalzo sin parar por la habitación.
  4. Víctor Hugo repetía una y otra vez, mientras caminaba por la habitación, las frases y los versos, para correr a escribirlos cuando le sonaban suficientemente bien.
  5. Jean-Jacques Rousseau prefería trabajar al aire libre, en pleno campo, si era posible con sol y para evitar los ruidos se ponía tapones en los oídos.
  6. Montaigne escribía encerrado en una torre abandonada.
  7. Schiller, un poeta alemán, escribía con los pies metidos en un barreño lleno de agua helada.
  8. A Lord Byron le inspiraba el aroma de las trufas y por eso siempre solía llevar algunas con él en sus bolsillos.
  9. Gustave Flaubert no se ponía a escribir hasta haberse fumado, al menos, una pipa.
  10. Para cumplir los plazos impuestos para la escritura, Víctor Hugo le daba orden a su criado de que custodiara sus ropas y no se las entregara hasta que hubiera acabado el plazo, por muy pesado que se pusiera pidiéndolas.
  11. Honoré de Balzac se acostaba a media tarde y una criada le despertaba a medianoche. Entonces se vestía con una túnica blanca y se ponía a escribir durante horas.
  12. Balzac consumía tazas y tazas de café mientras escribía. No es de extrañar que así alcanzara la cantidad de obras que alcanzó, más de cien.
  13. Thomas Mann reunía por las noches a su familia y les leía lo que había escrito a lo largo del día. Su familia opinaba, discutían y a veces Mann cambiaba su texto en base a ello.
  14. Galdós se ponía una capa sobre los hombros, una boina azul y una manta sobre las piernas y solía hacer pequeños dibujos en sus manuscritos, en los márgenes o entre las líneas.
  15. Mark Twain llevaba la cuenta exacta de las palabras que escribía y escribía el número cada cierto número de páginas en sus manuscritos.
  16. Georges Simeon marcaba ocho días en un calendario para dedicarlos exclusivamente a escribir, y cuatro días para relectura y correcciones. Las ideas básicas las iba escribiendo en una carpeta amarilla.
  17. Georges Simeon escribía sin parar y para ello tenía muchísimos lápices perfectamente afilados en su escritorio. Su mujer era la encargada de sacar punta diligentemente a aquel ejército.
  18. Muchos escritores han trabajado habitualmente en cafeterías: Claudio Magris, Larra, González Ruano, Ramón Gómez de la Serna, Sartre...
  19. En cambio otros no han encontrado mejor lugar que su casa: Don DeLillo, Pío Baroja, Neruda, Domenio Rea… Mario Benedetti, en cambio, necesitaba estar en casa para escribir una novela pero podía escribir poesía en cualquier lado.
  20. Don DeLillo asegura que escribir en el ordenador no le gusta porque echa de menos el repiqueteo de la máquina de escribir. En cambio, Gabriel García Márquez aseguraba que si hubiera tenido antes su ordenador había escrito cien libros y cien veces mejores.

martes, 5 de julio de 2016

Monosílabos





Monosílabos

Las palabras de una sola sílaba no se acentúan nunca gráficamente, salvo en los casos de tilde diacrítica: mes, bien, fe, fui, pan, vio. Puesto que, dependiendo de distintos factores, una misma secuencia de vocales puede articularse como diptongo  o como hiato, para saber si una palabra es o no monosílaba desde el punto de vista ortográfico, hay que tener en cuenta que algunas combinaciones vocálicas se consideran siempre diptongos a efectos de acentuación gráfica, sea cual sea su pronunciación. En concreto, toda combinación de vocal abierta (a, e, o) + vocal cerrada (i, u), o viceversa, siempre que la cerrada no sea tónica, así como la combinación de dos vocales cerradas distintas, han de considerarse diptongos desde el punto de vista ortográfico. Esta convención es una de las novedades introducidas en la Ortografía académica de 1999. Por eso, algunas palabras que antes de esta fecha se consideraban bisílabas pasan ahora a ser consideradas monosílabas a efectos de acentuación gráfica, por contener alguna de las secuencias vocálicas antes señaladas, y, como consecuencia de ello, deben escribirse sin tilde.

 Estas palabras son formas verbales como crie, crio, criais, crieis (de criar); fie, fio, fiais, fieis (de fiar); flui, fluis (de fluir); frio, friais (de freír); frui, fruis(de fruir); guie, guio, guiais, guieis (de guiar); hui, huis (de huir); lie, lio, liais, lieis(de liar); pie, pio, piais, pieis (de piar); rio, riais (de reír); los sustantivos guion, ion, muon, pion, prion, ruan y truhan; y, entre los nombres propios, Ruan y Sion.