domingo, 4 de noviembre de 2012

1984 de George Orwell


Ayer vi de nuevo la película "1984" basada en la obra del escritor británico George Orwell, seudónimo de su verdadero nombre: Eric Arthur Blay.

"1984" es una novela política de ficción distópica y fue publicada en el año 1949.
Trata sobre una supuesta sociedad policial, donde el estado ha conseguido el control total del individuo. No existe resquicio para la intimidad personal: el sexo es un crimen, las emociones están prohibidas, la adoración al sistema es la condición para seguir vivo. La Policía del Pensamiento se encargará de torturar hasta la muerte a los conspiradores, aunque para ello sea necesario acusar a inocentes. Winston y Julia, a pesar de ser miembros del Partido y sabiendo que el Gran Hermano les vigila, se rebelan contra ese poder que se ha adueñado de las conciencias de sus conciudadanos. El camino que seguirán se convertirá en un peligroso laberinto hacia un final incierto.

 Toda la novela parece un discurso político ya que trata sobre los poderes dictatoriales y lo que ocurriría si éstos triunfaran en el mundo. Pero nunca una novela politizada podía conseguir llegar a los corazones de muchas personas, ya que nos advierte sobre cómo un poder tiránico puede sembrar el terror en toda la humanidad.
Una sociedad deshumanizada donde todos obedecen sin rechistar y visionan sin parar los discursos del Gran Hermano sobre las victorias conseguidas en la guerra.
El término Orwelliano se convierte en la definición de esa sociedad opresora, y que aunque distópica, podríamos haber sufrido con la amenaza de Adolf Hitler si hubiera triunfado en el mundo.
Una Obra Maestra de la Literatura y muy bien sabía Orwell cuando creó esa ficticia NeoLengua, la lengua oficial de Oceanía y creada por el partido político INGSOC, que se iba a convertir en todo un clásico con el tiempo.
Cuando el creador de "Rebelión en la Granja" falleció en el año 1950, su libro se convirtió en uno de los más influyentes del siglo XX.
Habrá que preguntarse seriamente si dos más dos son cuatro o tal vez, cinco, según nos inculca desde el partido INGSOC.
Podéis leer el libro en el siguiente enlace.

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