jueves, 28 de enero de 2021

¿QUÉ TIPO DE ESCRITOR ERES?

 

Brújula o mapa: ¿qué tipo de escritor eres?

Coca-Cola o Pepsi. iOs o Android. Fantasía o ciencia ficción. Brújula o mapa.

La vida está llena de elecciones y los escritores tenemos que posicionarnos en el debate que divide a los literatos: «¿Planificas tus historias?». 

¿Brújula o mapa?: las diferencias

Seguramente no es la primera vez que oyes estos términos. En 2004 Javier Marías expuso esta teoría en una conferencia que dio en Sevilla. Él dividió a los escritores de mapa, aquellos que planifican cada detalle de la novela, y los escritores de brújula, los que se dejan llevar por la improvisación. George R. R. Martin utiliza los términos “arquitecto” (mapa) y “jardinero” (brújula).

Ambas teorías alaban las virtudes de los brújulas, debido sobre todo a la espontaneidad y la emoción por descubrir qué sucederá. ¿Pero es realmente tan malo ser de mapa?

A continuación detallaremos los pros y contras habituales que tienen ambos tipos de escritores.

 

Escritor de brújula

Pros:

1. Tu imaginación dirige la historia y no sabes qué caminos tomará.

2. El resultado es un texto más original y sin limitaciones creativas, sin rigidez en su estructura.

3. Como escribes mediante impulsos, la narrativa desborda esa creatividad que nos trae la musa.

Contras:

4. Las incoherencias pueden pulular por tu escrito, ya que al no tomar apuntes es muy fácil no recordar todos los detalles.

5. Asimismo, la estructura no tendrá las proporciones adecuadas ni los conflictos estarán en los momentos necesarios.

6. Es muy fácil que, al no saber cómo continúa la historia, tengas un bloqueo de escritor.

7. El trabajo de reescritura y corrección será mayor por la falta de planificación.

 

Escritor de mapa

Pros:

1. Tienes planeados los detalles más importantes de la historia, así que una vez te sientes a escribir, lo harás con mayor fluidez y concentración. Es más difícil sufrir un bloqueo.

2. La estructura de tu novela está estudiada y cada conflicto ocurre en el momento que le corresponde. En general, será una historia más equilibrada.

3. Tus personajes tendrán muchos detalles de su trasfondo y resulta más fácil que sean coherentes.

Contras:

4. La obsesión por la planificación puede provocar que te documentes en exceso, incluso detalles minúsculos que no tienen importancia para la trama.

5. Puede que nunca te sientas listo para empezar a escribir y que prolongues hasta el infinito la fase de documentación y preparación.

6. Las historias suelen ser menos innovadoras porque está cada aspecto más controlado y hay menos improvisación.

7. Al no escribir por impulsos, es fácil que tu idea te aburra y que te apetezca escribir otro proyecto.

 

¿Qué es mejor?

Esta pregunta es muy recurrente, pero es muy difícil escoger qué tipo de escritor eres. Es cierto que puedes intentar planificar más si eres brújula o menos si eres mapa para encontrar un equilibrio entre tu tendencia y las virtudes de la otra opción.

En general, y esto es más personal, noto una tendencia a menospreciar a los escritores de mapa. Partimos de que Javier Marías dijo que no escribe con mapa porque es muy aburrido. Yo no lo creo. Para mí, la documentación y planificación es una etapa muy emocionante porque alimenta mis ganas de conocer sobre temas nuevos.

Creo que este prejuicio (al margen de gustos personales) nace de la falacia hartamente extendida de que un escritor solo es escritor si escribe gracias a la inspiración. En el momento en el que escribe porque debe y no porque quiere pierde ese halo de talento que tantos ensalzan.

Por eso considero que es importante entender que un escritor con talento que solo escribe por inspiración no llegará tan lejos como un escritor con perseverancia (no asociar “con talento” a brújula y “perseverancia” a mapa, nada más lejos).

El escritor perseverante puede empezar siendo mediocre (y consciente de ello), pero practicará hasta mejorar. En cambio, si crees que tienes un talento natural para escribir te esforzarás mucho menos. Al menos, es lo habitual. 

Sí, hay muchos autores con talento natural publicados, pero la mayoría son flor de una noche. Abarrotan la lista de best-sellers durante unos meses y luego caen en el olvido.

Seas de un tipo o de otro, debes trabajar tus relatos y mejorar tus herramientas narrativas. La única clave para triunfar a largo plazo es practicar mucho, leer mucho y formarse. Sin trabajo, tu viaje acabará muy pronto, tengas mapa o brújula.

 

La solución

Ser brújula te ayuda a sacar adelante un proyecto, a no entrar en un bucle de escribir-corregir-escribir-corregir que te impide acabar una novela. Pero debes tener en cuenta que la corrección será mucho más dura.

Así que una buena solución es hacerte un esquema muy muy breve antes de ponerte a escribir para tener claros algunos puntos. De esa manera no estará encorsetado, pero sabrás hacia dónde tirar. El detalle más importante que deberías apuntar es el tema de tu historia.

Y ser mapa no es fácil. Para empezar tu carrera literaria no resulta la mejor opción, ya que necesitas acabar historias para darte a conocer. Para mí es el principal obstáculo; el exceso de documentación provoca que acabe enterrada entre infinidad de páginas de Wikipedia y no sea capaz de avanzar. 

Así que la mejor solución es lograr ser un autor híbrido (también llamado paisajista). Que sepa poner una pizca de brújula y otra pizca de mapa para lograr la receta del escritor ideal.

Extraído del blog Literup

martes, 19 de enero de 2021

ERRORES ORTOGRÁFICOS MÁS COMUNES

 


Una persona que quiere dedicarse a escribir, por hobby o profesionalmente, tiene que ser consciente de que una de las bases del oficio es aprender a utilizar sus herramientas. Del mismo modo que quien quiere aprender  a pintar tiene que familiarizarse con el uso de pinceles y saber distinguir entre óleos y acuarelas, y que quien quiere aprender a cocinar  también tendrá que saber hacer un corte en juliana o cortar ajos en láminas, nosotros, las personas que escribimos, tenemos que aprender a usar bien nuestra materia prima: el lenguaje.

A todo el mundo se le puede escapar una falta, pero un texto que tiene varias, o muchas, no se disfruta cuando se lee. Recuerda que la ortografía y la gramática existen para que el lenguaje escrito se entienda bien, para no confundir una palabra con otra o para comprender una frase a la primera sin necesidad de leerla varias veces. En un texto sin faltas el lector puede centrarse simplemente en disfrutar la historia.

Estas son las faltas más comunes que suelo encontrar en los textos que reviso (en rojo las formas incorrectas).

Echa un vistazo para ver si las estás cometiendo. Si ves que cometes varias de ellas, lo que te recomiendo es que revises el uso de las reglas ortográficas (por medio de libros, webs o apps de ortografía) y que leas mucho, libros clásicos y premiados. La lectura es una manera sencilla y divertida de mejorar tu ortografía y tu redacción.

1-EL DE QUE

Uno de los reyes de los fallos gramaticales es el mal uso del «de que». Tanto usado incorrectamente cuando no debe usarse (*«Me llamó la atención de que no viniera») como, sobre todo, cuando no se usa en construcciones en las que, precisamente, es necesario: «me acordé DE QUE», «me di cuenta DE QUE». Me encuentro muchas veces, incorrectamente, «me di cuenta que» o «me acordé que».

Este es el truco para saber cuándo el “de que” es correcto y cuándo no:

Sustituye todo lo que haya detrás del verbo por la palabra “ALGO”. Si te suena bien sin necesidad de añadir un “de” antes del “algo”, es que el verbo NO necesita un “de que”.

2- LA COMA CRIMINAL

La coma entre sujeto y verbo (o entre verbo y objeto) fue llamada «coma criminal» por el lingüista peruano Alfredo Valle Degregori y es uno de los errores gramaticales más comunes que me suelo encontrar con diferencia.

Pedro, comió su bocadillo es un error. Lo correcto es Pedro comió su bocadillo.  Y lo mismo ocurre cuando el sujeto es una frase subordinada completa: Lavar los platos por las mañanas era lo que más odiaba. Se escribe sin coma.

3-FALTA LA TILDE EN VERBOS EN PASADO

Otra de las faltas más llamativas, y corrientes, que me encuentro.

Si te acuerdas de cuando estudiabas en el cole las palabras agudas (con acento en la última sílaba, como París, vergel, pasión o aquí) siempre llevan tilde cuando terminan en -n, -s o vocal.

Y ese es el caso de muchos verbos en pretérito indefinido: llevó, acabé, sentí, miró, besé hablé, comió… 

Y también de algunas formas en presente, como está (del verbo estar), que también suelo encontrarlo mucho sin tilde.

4-HECHO/ECHO

La diferencia entre el verbo «hacer» y el verbo «echar» es tan solo de una hache en algunas de sus formas:

«Nunca he hecho los deberes en inglés» y «Primero echo las cebollas a  la sartén y luego corto los ajos».

El significado de ambos verbos es muy distinto y es importante recordar que «echar» (arrojar, lanzar, hacer salir algo o a alguien, etc.) también «echa la hache por la ventana», como me decían de pequeña para recordarlo.

5-«HUBIERON» PROBLEMAS, «HAN HABIDO» PROBLEMAS, «HABÍAN» PERSONAS

Lo correcto es: hubo problemas, ha habido problemas, hay personas.

El verbo haber en estos casos anteriores es impersonal (es decir, no tiene sujeto, como cuando decimos «hemos comido» o «han  viajado»). “Personas” (o “problemas”) no es el sujeto de esta frase, sino el objeto directo, y el verbo concuerda siempre con el sujeto y no con el objetivo directo. Por lo tanto, el hecho de que ese nombre sea plural no hace que el verbo sea plural.

De la misma forma que tenemos «Álex compró dos balones» (y no «Álex compraron dos balones»), tenemos entonces «Hay 16 cajas de cerveza», «Había tres cuervos» o «Hubo personas que lloraron durante la película». En su forma impersonal, el verbo haber solo puede usarse en tercera persona singular: hay, hubo, habría y habrá.

6-SOBRETODO / SOBRE TODO

Un error muy frecuente que encuentro es escribir «sobretodo» en lugar de «sobre todo».

Escrito junto, «sobretodo» es sinónimo de “abrigo” (una palabra actualmente bastante en desuso en España). En cambio, la expresión más usual «sobre todo» se escribe separada, ya que es la suma de un adverbio «sobre» y el sustantivo «todo» y significa «principalmente, especialmente«.

«Me gusta sobre todo el helado de vainilla».

Un pequeño truco para saber cuándo usarlo separado puede ser sustituir «todo» por «todas las cosas» («Me gusta sobre todas las cosas…»).

7-MI/MÍ, TU/TÚ, EL/ ÉL

Estas formas homófonas (que suenan igual pero, en este caso, se escriben diferente) se diferencian tan solo por una tilde, o acento ortográfico… que tiene una importante razón de ser: muestra cuándo esas formas están siendo más acentuadas al hablar, en realidad.

Brevemente, explico la diferencia entre estas formas. Las acentuadas son todas pronombres personales: mí («Han traído un paquete para mí»),  («Eres tú la persona que quiero»), él («No ha sido él, sino ella, quien ha conseguido el empleo»). Resumiendo: siempre se refieren a personas (o entes personalizados, como un perro protagonista de un cuento, por ejemplo).

En cambio, las no acentuadas son posesivos, como mi («Este es mi coche nuevo») o tu («Enséñame tu trabajo») o un artículo, el («El paraguas no apareció»). No se refieren directamente a personas sino que acompañan a un nombre (tu trabajo, mi coche, el paraguas).

La tilde ayuda a que, al primer vistazo, diferenciemos ambas en su forma escrita. En su forma hablada, las palabras con acento tienen, valga la redundancia, una acentuación más fuerte al hablar. Si quieres probarlo, lee en voz alta estas frases y compara: «Enséñame tu trabajo» y «Enséñame tú». O «El paraguas no apareció» y «Él no apareció».

8- «A PARTE»

Lo correcto es «aparte«. Irónicamente, ¡aparte se escribe siempre junto!

9-LOS PREFIJOS SIEMPRE JUNTOS Y SIN GUIÓN

Como escribía Berta Carmona en un antiguo artículo en este mismo blog, los prefijos se escriben unidos a la base léxica (cuando esta está formada por una sola palabra) sin espacio y sin guion intermedioantibacteriano, copartícipe, expresidente… 

La única excepción se produce cuando la base léxica está compuesta por más de una palabra, como  los prefijos irán separados: ex director general, pro derechos humanos… Y se usará guion sólo si la palabra empieza por mayúscula o es un número: anti-Podemos, super-8 o cuando sea necesario para la correcta comprensión del derivado: ex-preso (alguien que ya no es presidiario) frente a expreso (tren de viajeros).

10-GUIONES DE DIÁLOGO (RAYAS) MAL COLOCADOS

Aunque esta no es una falta de ortografía per se, usar correctamente las rayas de los diálogos ayuda a que el lector no se confunda y pueda disfrutar el escrito. En este capítulo se encuentran siempre muchos errores.

  • Diálogos que usan guión corto (-) en lugar de raya, que es lo correcto tipográficamente (–)
  • Acotaciones o incisos separados por comas en lugar de rayas (–He llegado a casa a las diez, dijo Elena)
  • Rayas colocadas al final de la acotación, cuando ya no son necesarias (–He llegado a casa a las diez– dijo Elena–)

11- AÚN/AUN

La versión acentuada de este homófono, aún, se utiliza como sinónimo de «todavía»: son completamente intercambiables, y puede ser un buen truco para saber cuándo acentuarla.

La versión no acentuada, «aun» es sinónimo de «incluso» o «ni siquiera».

Lo mismo que comentaba sobre las diferencias entre tú/tú y mí/mi, puedes leer en voz alta un par de ejemplos para notar por qué una de las formas lleva acento ortográfico: «No iré a la fiesta aún, es demasiado pronto» / «No iré a la fiesta, ni aun cuando venga a recogerme Cristina».

12- LA COMA ASESINA

Si la anterior falta de coma se suele llamar «la coma criminal», a esta la llamo yo la «coma asesina»: esa que, si falta, puede incluso matar a alguien. Con unos ejemplos lo veremos más claro. No es lo mismo decir:

–Vamos a comer, niños  (alguien llama a los niños para comer)

Que:

Vamos a comer niños (una persona le dice a otra que quiere comer niños).

Y este error ortográfico es de lo más habitual a la hora de escribir diálogos. Recuerda que, siempre, cuando un personaje se dirige en un diálogo a otra persona, por su nombre o apelativo, este siempre va entre comas.

–No lo entiendo, querida, ayer estaba bien.

–Siéntate, Pedro, quiero hablar contigo.


13- «NI SI QUIERA»

No puedo decir cuántas veces me encuentro estas formas escritas separadas, cuando lo correcto es la forma junta: ni siquiera.

14- PORQUE/ POR QUÉ, PORQUÉ

La confusión entre estas diferentes formas suele ser una pesadilla para el escritor que empieza. Dejo aquí algunas claves (y, como siempre, leer o pronunciar en voz alta nos puede dar muchas pistas de cuál es la forma correcta, si no nos acordamos).

  • Porqué: sustantivo. Suele ir acompañado de artículo o posesivo: «Nunca entendí el porqué de sus acciones»
  • Porque: conjunción causal, que introduce una frase subordinada explicando la causa de algo: «Hemos llegado tarde porque el autobús se estropeó»
  • Por qué: se usa en oraciones interrogativas (directas e indirectas): ¿Por qué no me habías dicho que era tu cumpleaños? No entiendo por qué no me dijiste que era tu cumpleaños.

15-CONTRA MÁS

Horrorosa expresión mal escrita, que no es correcta en absoluto, y que se lee muchísimo, incluso en periódicos y blogs. Lo correcto es “cuanto más” o «cuanto menos», nunca «contra más» o «contra menos».

16- USAR GUIONES EN EL PENSAMIENTO DE LOS PERSONAJES

Aparecen mucho también en los escritos que reviso guiones a la hora de remarcar el pensamiento de los personajes: es un error tipográfico, ya que, en español, solemos marcar los diálogos con el uso de guiones largos o rayas; para que no se confundan con los pensamientos es importante que usemos otra forma de señalarlos.

Lo habitual suele ser utilizar comillas: «¡Qué tontería más grande!», pensó Marcos.

En cambio, en los pensamientos indirectos no usamos ningún tipo de marca. 

17- NO USAR MAYÚSCULA TRAS EL PUNTO

Fíjate qué tontería de falta… y, sin embargo, es mucho más común de lo que parece y afea un texto mucho más de lo que creemos. Tras un punto, como he hecho yo ahora, nuestra siguiente palabra debe comenzar en mayúscula. No es más que una forma de resaltar esa pausa larga que es el punto y que no se nos pase por alto.


18-SINO / SI NO

También es muy común confundir la palabra «sino» con la expresión «si no».

Sino: como sustantivo, es sinónimo de «destino» («¿Qué puedo hacer? Es mi sino»). Como conjunción, «sino» introduce una variante a un elemento dado: «No es Teresa, sino Luisa, quien se encargará de la revisión», «No es blanco, sino negro».

Si no: En este caso, se trata de la unión de la conjunción condicional «si», que abre el inicio de una frase condicional, y la partícula negativa «no». «Si no vas al trabajo, te despedirán».

Un truco para diferenciar esta forma de las anteriores rápidamente es eliminar el «no»: seguirá quedando una frase gramaticalmente correcta («Si vas al trabajo, te despedirán») mientras que en los otros casos, será una frase que no tendrá ningún sentido: «¿Qué puedo hacer? Es mi si» o «No es blanco, si negro»

19- SI / SÍ : SI QUIERO, SÍ, QUIERO

Y antes de que alguien piense que la última frase del ejemplo anterior puede ser correcta… cuidado, no es así; sería correcta en el caso de que hubiésemos escrito: «No es blanco, sí negro».

Porque «si» sin acentuar  nunca indica, no puede indicar, afirmación. El «si» no acentuado es únicamente el condicional. El afirmativo, el «sí» contrario al «no», siempre va acentuado.

Y, de nuevo, si leemos en voz alta dos frases similares con ambas versiones notaremos la diferencia de énfasis, que es lo que señala el acento en la versión escrita:  «¿Antonio? Ese sí viene esta noche a la fiesta» y «¿Antonio? Ese si viene esta noche a la fiesta llegará tarde, ya verás».

Usar correctamente la tilde ayuda a que el lector comprenda, de inmediato y nada más empezar la frase, lo que queremos decir exactamente.

20-VAYA/VALLA, HAYA/HALLA/ ALLÁ

A este podríamos añadir, incluso, royo/rollo, o raya/ralla, que también son confusiones con las que me he topado, aunque sin duda las dos primeras son las ganadoras:

Valla: es una cerca que delimita un terreno («Prohibido saltar la valla»), mientras que vaya es una expresión de sorpresa («¡Vaya! He ganado el tercer premio») o la primera/tercera persona del presente de subjuntivo del verbo «ir»: «Que yo/ella vaya a la recepción no cambia nada».

Halla: sería la tercera persona del presente del verbo «hallar» (encontrar) «Una agente de policía halla un cadáver en un edificio abandonado»); «Haya«, de nuevo una forma verbal, en este caso del verbo haber («Espero que el sofá haya cabido en la furgoneta») o un árbol («Hemos plantado un haya y un abedul»).  «Aya» es sinónimo de cuidadora («Mi vieja aya se llamaba Matilde»). «Allá» es un adverbio de lugar («La casa estaba allá a lo lejos, a la derecha de aquella colina»).

21- FALTA DE SIGNOS DE INTERROGACIÓN Y ADMIRACIÓN

Muy común es últimamente encontrar, como contagio del lenguaje de mensajes de texto o wasap, frases interrogativas o exclamativas únicamente con el signo de cierre (?!) y no con el de apertura (¿¡).

En español y castellano, a diferencia de otros idiomas como el inglés o francés, no variamos la estructura de la frase al hacer una pregunta (en inglés, por ejemplo, pasan de «I can do it» a «Can yo do it?»), por lo que la única pista que tenemos para saber, desde el inicio, que una frase es una pregunta o una exclamación es el signo de apertura.

Es normal que en el lenguaje coloquial, hablando por mensajes con nuestros amigos, tal vez no los usemos, pero en el lenguaje de un texto literario siempre debemos incluirlo (a no ser que estemos transcribiendo unos mensajes de textos entre amigos, con sus faltas y sus giros coloquiales).

22- AY, AHÍ, HAY

Muy usual es también la confusión entre todas estas palabras (y doloroso para la vista).

Ay: es una interjección para expresar dolor. «¡Ay, me he dado un golpe con la esquina de la mesa!»

Ahí: como «allá», se trata de un adverbio de lugar, en este caso indica un lugar muy próximo al hablante: «Tienes la goma de borrar ahí, encima del escritorio»

Hay: es la tercera forma del singular del presente del verbo «haber»: «Hay una tetera preparada para la convención de enfermería». Recordemos que, en esta forma impersonal, siempre se usa así, en singular, aunque el objeto al que se refiera sea plural: «Hay veinte casos de viruela declarados en Salamanca».

23- MÁS / MAS 

La primera forma, la acentuada, es un adverbio de cantidad (contrario a «menos») y sin duda la más común -sobre todo en castellano, ya que la segunda apenas la usamos.

La forma no acentuada es una conjunción adversativa sinónimo de «pero», que en los países latinoamericanos tiene un uso más frecuente: «Me han subido el salario, mas no tanto como esperaba«. Si te fijas, es imposible sustituir esta segunda forma por «menos» sin que resulte incorrecta gramaticalmente: «Me han subido el salario, menos no tanto como esperaba». 

En cambio, la forma acentuada siempre se puede sustituir por «menos» y resultar correcta gramaticalmente: «Quiero más paella/ Quiero menos paella». «Esperaba más de mis sobrinos/ Esperaba menos de mis sobrinos».

24-QUÉ/QUE, CUÁNDO/CUANDO, DÓNDE/ DONDE

Como explica la Fundeu,  Cómo, cuándo y dónde se escriben con tilde cuando tienen carácter interrogativo o exclamativo, como en «¿Dónde has metido las llaves del coche?», «No hemos decidido dónde cenar», «¡Cuándo has llegado!» o «No sabes cómo llovía cuando salí del trabajo».

Estos adverbios se pueden confundir con las palabras como, cuando y donde, que se pronuncian igual pero se escriben sin tilde porque sus significados y usos son diferentes.

Para saber cuándo estas palabras son adverbios interrogativos o exclamativos, puedes usar este truco: si tras la palabra puedes incluir “demonios”, irá acentuada:

«¿Dónde DEMONIOS has metido las llaves del coche?» sería correcto y «dónde» irá acentuada.

En cambio, «Busqué las llaves donde siempre están, pero no las encontré», no llevaría acento, ya que sería incorrecto decir “busqué las llaves donde demonios siempre están…

25 A VER/ HABER,  A/HA

Haber: es el infinitivo de dicho verbo, que suele ser además el auxiliar para formas compuestas: «Haber venido antes si querías tener sitio», «No haber hablado es señal de inseguridad»

A ver: en cambio, se trata de la preposición «a» y del verbo «ver», es decir, siempre indica una acción en la que alguien va a observar alguna cosa, ya sea un futuro cambio, algo que está por venir, o un evento, etc. «Vamos esta tarde a ver las estrellas», o, más coloquialmente: «A ver si sale todo bien», que no es más que el apócope de «(Vamos) A ver si sale todo bien».

De hecho, un pequeño truco para asegurarte de que estás en la forma separada es colocar antes «vamos».

Y, sin duda, una de las faltas más frecuentes que me encuentro es utilizar la preposición «a» (sin hache) en lugar del verbo auxiliar «ha» (de haber, con hache) junto a un verbo: «Alejandra a llegado de París esta noche».

O, peor aún, al contrario, más doloroso aún para la vista es cuando alguien utiliza el «ha» del verbo «haber» en lugar de la preposición «a», y desgraciadamente he tenido que leerlo más de una vez y más de dos: «Vamos ha ver qué ocurre».


Extraído del blog de Diana P. Morales.

lunes, 11 de enero de 2021

ORTOTIPOGRAFÍA


 


Durante los últimos años se ha producido un desprestigio de la ortografía, y un aumento de las faltas ortotipográficas. Muchas personas consideran la ortografía innecesaria e incluso aleatoria. Olvidamos que nace de la necesidad de dar ritmo a las lecturas, marcar las pausas y en definitiva facilitar la comprensión de un texto. La ortografía no es un rasgo diferencial, no es un valor añadido, es una norma que existe como parte de nuestro patrimonio. Un patrimonio que debemos tener en cuenta y cuidar más que nunca después de la aparición de las redes sociales, que se rigen por la instantaneidad y el tono informal.

Pero ¿qué son las faltas ortotipográficas? No es una profesión ni una fase dentro de la edición, solo una cuestión que requiere atención por parte de quien escribe. Según la RAE: Conjunto de usos y convenciones particulares por las que se rige en cada lengua la escritura mediante signos tipográficos. Se centra en los interlineados, el estilo de la tipografía, la jerarquización de títulos, sangrías, comillas, uso de citas, márgenes, espacios en blanco…

Pero ¿cuáles son los errores ortotipográficos más comunes? Te damos las claves para no cometer faltas ortotipográficas. Cada vez es más frecuente ver textos que prescinden de tildar las mayúsculas, aunque la norma ortográfica les afecta de la misma manera que a las minúsculas. Otro fallo que cometemos habitualmente es que no puntuamos correctamente detrás de los paréntesis. La norma dice que las frases entrecomilladas o entre paréntesis, deben puntuarse después de ese símbolo. Tampoco se pone nunca punto después de un signo de interrogación o de exclamación, pues se considera una redundancia. Con los puntos suspensivos tampoco se usa puntuación ni espacios. Otro rasgo importante de estos signos es que deben usarse ambos, tanto al principio como al final.


En el caso de las siglas y los acrónimos, la diferencia entre ambos es que las siglas se forman con las letras iniciales de las palabras que las integran. Cuando las siglas pasan a formar palabras se consideran acrónimos. Se rigen por las normas de acentuación y se forman los plurales como de la misma forma que en el resto de palabras, mientras que las siglas, a su vez, se pluralizan con la duplicación de sus letras. Para diferenciar entre las abreviaturas y las unidades de medida debemos fijarnos en la puntuación. Las abreviaturas sí van acompañadas de punto final, pero las unidades de medida, no.


En el caso de los extranjerismos la diferenciación es mucho más relativa. Los que están españolizados sí se tildan pero no hace falta destacarlos, ni siquiera con cursiva. Ocurre lo contrario en el caso de los más recientes, que es recomendable no tildarlos y ponerlos en cursiva.

Otro error que estamos acostumbrados a ver en las publicaciones y al que casi nos hemos acostumbrado es el uso desmesurado de cursivas, negritas y subrayados. La finalidad de esos destacados es resaltar algún fragmento o palabra del texto pero abusar de estos recursos es muy perjudicial ya que dificulta la comprensión, distorsiona, y es muy antiestético.

NERVIOSO
Fuente: ABC

Debemos aprender a diferenciar el guion, el signo negativo y la raya, ya que la mayoría de las veces los utilizamos de forma aleatoria y sin reparar en qué recurso necesitamos. El signo menos se usa en temperaturas, cuentas aritméticas, fechas e intervalos numéricos, mientras que el guion se utiliza para separar palabras compuestas. La raya tiene dos casos muy concretos: aclaraciones y la representación de un diálogo de forma escrita.

En definitiva, nadie está exento de cometer algunas faltas ortotipográficas, ortográficas  o gramaticales. Pero siempre debe haber un proceso de revisión que se encargue de resolver esos fallos.

Por eso os recomendamos que todos vuestros escritos sean revisados por un profesional de la corrección.

Si quieres preguntarnos, en nuestra editorial llevamos más de diez años en el mundo de la edición y hemos corregido más de 1000 obras.

info@editorialcm.com

jueves, 7 de enero de 2021

AGRADECIMIENTOS

 

Solo se resume en una palabra lo mucho que nos habéis dado el año pasado. Gracias por seguir confiando en nuestros trabajos de corrección, maquetación y diseño, muchas gracias a todos nuestros clientes: editoriales y autores por el trabajo que constantemente nos habéis ido enviando y que gustosamente hemos realizado. 

Nos gusta lo que hacemos porque contribuimos a mejorar las obras y que puedan salir publicadas con la mejor calidad posible.

Para este año 2021, además de seguir trabajando en lo que nos gusta, también nos embarcamos en la edición de libros. 

Dejamos aparcado durante años el mundo de la edición, pero el año pasado, 2020, y en plena pandemia, pensamos que al tener un equipo de diseñadores, correctores y maquetadores, y al contar con una distribución bajo demanda que cubría uno de los problemas de distribución que tuvimos en los años 2007-10 y que nos hizo dejar en modo de espera nuestros trabajos de edición, ahora hemos dado de nuevo el salto, para seguir contribuyendo a la cultura como siempre nos gustó: sacando buenos libros.

Así que, para este año, os deseamos que seáis felices, tengáis mucha salud y leáis muchos libros.

Equipo Editorial C&M. 


martes, 5 de enero de 2021

100 000 visitas blog

 


Acabamos de llegar a las 100 000 visitas en nuestro blog y os tenemos que agradecer las visitas que hacéis a nuestro espacio cultural de la editorial. Han sido muchos años de trabajo continuo ofreciendo información de literatura, cine, servicios de edición, ortografía, todo para que estéis bien informados.
Os agradecemos enormemente que sigáis visitándonos y seguiremos trabajando en el blog para poder ofreceros toda la información que necesitéis.
También podéis contactar con nosotros si queréis que hablemos de algún tema en concreto a info@editorialcm.com y muy gustosamente recibiremos todas las peticiones de vuestras sugerencias para seguir aportando temas que os interesen.

¡¡Feliz año 2021!!