martes, 28 de junio de 2016

El uso de la A (con h) y la A (sin h)




En esta ocasión vamos a aprender a diferenciar las palabras “a” (sin h) de "ha" (con h).
Esta es, sin duda, una de las dificultades más frecuentes, y un error muy común al escribir español, no solo entre extranjeros, sino también entre hablantes nativos de esta lengua.

 Uso de "a" (sin h)

La palabra  “a”  (sin h) es una preposición. Y entre sus funciones están:

1. Señala el complemento indirecto de una oración. …

El complemento indirecto indica la parte de la oración que recibe la acción del verbo… (responde a la pregunta... A quién o para quién).

Ejemplos. Juan regaló a su esposa un ramo de flores.
                 Le comentaron a Luis que llevase toda la documentación.

2. Indica tiempo. … (responde a cuándo)
Ejemplos. El tren llegó a las tres en punto.
                El médico los citó a las siete y media.

3. Muestra lugar. … ( indica dónde)
Ejemplos. Los turistas llegaron a la playa.
                 Nuestros amigos vinieron a casa.

4. Señala dirección. … (a dónde, o hacia dónde)
Ejemplos. María se dirigió a Barcelona.
                Su hermano viajó a Nueva York.

5. Hace referencia a modo o manera. … (y nos dice… cómo)
Ejemplos. Todos los invitados comieron a su antojo.
                 Siempre se viste a la moda.

6. Contribuye a formar frases en imperativo. … (dar órdenes).
Ejemplos. ¡Vete a casa!
                ¡Ven a comer!

Uso de “ha” con h.

En este caso ha es la tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo haber.

1. Cuando va seguido de participio da lugar al pretérito perfecto de otros verbos (tercera persona del singular) 
 Ha + participio

Ejemplos. Raúl ha estado trabajando durante toda la noche.
                Manuel siempre ha dicho lo que piensa.

2. Ha con h También puede formar parte de la estructura …
 Ha + de + infinitivo
Ejemplos. Con tan buenas calificaciones, tu hija ha de estar muy contenta.
                El nuevo jugador se ha de ganar el prestigio dentro del equipo.




¡Truco!
Hay un sencillo pero efectivo truco para diferenciar de forma rápida, en qué situaciones ha lleva h, y cuando no la lleva.

Y este consiste en tratar de poner la frase en plural.

Cuando  “a” es preposición (sin h) la frase no se puede poner en plural.
Ejemplos. Fue a trabajar temprano.(correcto)
                 Fueron “an” trabajar temprano.(incorrecto)  No, no es posible ponerla en plural… y además suena mal. En este caso "a" no lleva h.

Llegó a tiempo de embarcar. (correcto)
Llegaron “an” tiempo de embarcar. (incorrecto) Tampoco es posible el plural, y por lo tanto la a tampoco lleva h.

- Ha verbo (con h) sí se puede poner en plural.
Ejemplos. Ha sido muy amable.
                 Han sido muy amables.
La posibilidad del plural nos confirma que estamos ante el verbo haber, y por lo tanto, " ha" es con h.

ejemplos:  Ha de sentarse en este lugar.
                 Han de sentarse en estos lugares. Es correcta, por lo que ha es con h.


Espero que os sirvan estas reglas a la hora de escribir vuestras obras.

editorialcmsevilla@gmail.com

Los guiones y signos de puntuación en los diálogos


Siempre nos puede saltar esta duda al escribir una novela, y lo cierto es que nunca se le presta demasiada atención, y aunque no es importante en el primer borrador, es algo que se necesita tener presente para presentar tu novela correctamente a una editorial.
Según la RAE, lo primero que hay que aclarar es que los diálogos en un texto narrativo no van precedidos de guiones, sino de una Raya, que es ligeramente más larga que un guion.
Esta raya antecede a los diálogos, tras una sangría, y sin dejar espacio entre la raya y el comienzo del parlamento.
La raya también enmarca las acotaciones del narrador, y debe cerrarse solo si el diálogo continúa tras el comentario del narrador.
—Hola, ¿cómo estás? —dijo ella tras verle entrar—. ¿Vas a salir?
—No, no saldré —dijo él sin mirarla.
Cuando se utiliza un verbo de habla para el comentario del narrador (decir, exclamar, afirmar, responder...), este va en minúscula, aunque el diálogo haya terminado con un signo de puntuación del mismo valor que un punto, como un signo de exclamación o de interrogación.
—¿Eso es todo? —preguntó ella.
Si el diálogo del personaje continúa tras la acotación, y la primera parte termina con coma, punto, punto y coma o dos puntos, este signo de puntuación se coloca tras la raya del cierre.
—Todo —respondió él—. Y tanto que es todo.
Cuando el comentario del narrador no lleva un verbo de habla, la primera parte del diálogo se cierra con un punto, y la acotación comienza con mayúscula. Si el diálogo continúa después, se escribe un punto tras la raya de cierre.
—Estupendo. —Ella se volvió para que no viera su sonrisa—. Me llevo la llave.
Espero que os hayan aclarado estas reglas a la hora de confeccionar vuestros diálogos.

lunes, 20 de junio de 2016

Escribir bien en un blog



Al escribir en Internet aprendes que hay que adaptarse al público e intentar maximizarlo en la medida de lo posible. Para ello, no hay mejor forma que crear documentos que tengan una lectura agradable, tanto visualmente como en relación con su redacción.
Algunos consejos interesantes podrían ser los siguientes:
  • Escribir frases cortas y comprensibles.
  • Separar en párrafos preferiblemente cortos.
  • Realizar aclaraciones cuando se necesite.
  • Evitar la abundancia de adjetivos. Puede cansar.
  • Utiliza elementos de maquetación (letra negrita) para enfatizar detalles.
  • Usa una fuente grande y legible con un esquema de colores adecuado.
  • Organiza bien las ideas antes de escribirlas.

Intenta tener una chuleta para evitar faltas de ortografía, así como consulta la página de la RAE o Fundéu para evitar fallos que tus lectores puedan echarte en cara.


Si corriges a alguien, recuerda ser educado y amable, ya que en Internet puede que no sepas con quién estás hablando. El usuario que escribe un texto puede ser desde un niño que ni se molesta en escribir bien, hasta una persona mayor que no tuvo acceso a estudios e intenta escribir lo mejor que puede.
Quizás hemos olvidado que el objetivo de la ortografía y la gramática no es desprestigiar o ridiculizar a quien se ha equivocado (o cometido una errata), sino transmitir un mensaje sin ambigüedad y con la mínima pérdida de información posible.

Espero que te sirvan estos ejemplos para poder seguir escribiendo en tu blog y que tengas muchos lectores.

editorialcmsevilla@gmail.com

viernes, 17 de junio de 2016

A vueltas con la normativa de la RAE


Tan fácil es enterarse del nuevo romance de un famoso as del fútbol como desconocer las nuevas normas de la RAE. Te contamos las novedades más significativas en este útil resumen.

 La Real Academia Española ha modificado algunas normas ortográficas. ¿Cómo te enteraste tú? Han pasado más de tres años y muchos hispanohablantes siguen sin enterarse, ¿nos ayudas a remediarlo?


Las tildes me matan

¡Enhorabuena a todos los que sufren poniendo tildes!, pues se van a ahorrar algunos malos ratos.

La RAE invita a escribir siempre sin tilde solo incluso cuando la frase pudiera resultar ambigua. Si esto sucediera lo aconsejado es sustituir el adverbio por sinónimos como únicamente o solamente.

Se escribirán siempre sin acento los demostrativos ese, esa, este, esta, aquel, aquella y sus plurales, aunque funcionen como pronombres. Hacía años que la RAE recomendaba poner la tilde solo cuando existiera ambigüedad, y desde 2010 no debe ponerse nunca.

Únicamente se utilizará en los monosílabos el acento diacrítico (mi/mí, tu/tú, mas/más, etc.). En los demás casos, los monosílabos nunca se acentuarán, ni siquiera cuando la pronunciación pudiera hacernos creer que no existe diptongo –conviene repasar las normas sobre diptongos e hiatos–. Para que resulten más claros los ejemplos ponemos entre paréntesis cómo se escribían antes de la modificación: guion (guión), ion (ión), truhan (truhán), frio (frió), friais (friáis), lie (lié), lio (lió), liais (liáis), hui (huí), huis (huís).
La RAE vuelve a insistir en que ya no se acentúa la vocal o cuando está situada entre números:
 –23 o 24–.


Esos emocionantes prefijos

La Real Academia Española prestó a los prefijos una especial atención en 2010 al publicar sus novedades ortográficas. Nosotros te presentamos la norma general y te invitamos a profundizar en ellos facilitándote un enlace al final del artículo.

Los prefijos se escriben pegados a la palabra que preceden, pero si esta es un nombre propio, un número o una sigla se separarán de ella mediante un guion. Cuando el prefijo acompaña a una base formada por varias palabras se escribe separado por un espacio. Ejemplos: exmarido, pro Barack Obama, anti-Obama.


Mayúsculas y minúsculas, ¡todo un reto!

Seguir las normas que rigen el uso de la mayúscula resulta más complicado que descubrir los enigmas de la mexicana Pirámide del Sol. ¡Anímate y conoce sus novedades!

Se escriben con letra inicial minúscula los cargos y tratamientos siempre que no se use la abreviatura –el papa Juan Pablo II, el presidente, don Luis, Sr., su santidad–.

Siempre se escriben con minúscula los artículos de las comarcas –pueblo del Bierzo, la Mancha–, mientras que en el resto de topónimos se escribirán con inicial mayúscula cuando formen parte del nombre propio oficial –monumento de El Cairo, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha–.

También se escribe con minúscula el nombre específico de los accidentes geográficos si se trata de un adjetivo referido a un topónimo –península ibérica, islas británicas, cordillera de los Andes, cordillera andina–. Cuando se trata de costas, tanto en el nombre propio como en el genérico se utiliza la inicial mayúscula, rompiéndose así la norma general –Costa del Sol, río Amazonas–.

Los puntos cardinales se escribirán con minúscula inicial salvo que formen parte de un nombre propio –América del Norte–, o nos refiramos a regiones geopolíticas –países del Este– o a la desigualdad económica mundial –el Norte y el Sur–.


Símbolos y números

Usa correctamente y con orgullo los símbolos, pues no son menos misteriosos que las marcas de los canteros medievales.

Los símbolos situados detrás de una cifra se escriben separados de ella por un espacio, a excepción de ’, ’’ y °. Si se especifica la escala de temperatura, el símbolo del grado irá separado también por un espacio. Ejemplos: 25 %, 100°, 100 °C, 40° 20’ 10’’.

En los números decimales, aunque se acepta el uso de la coma, se recomienda separar la parte decimal mediante un punto –3.98–. Ya sabes que los grupos de tres dígitos en los números de más de cuatro cifras ya no se separan con un punto sino con un espacio –1000, 20 000–.

Los números cardinales entre el treinta y el cien se pueden escribir igualmente en una sola palabra –cincuentainueve–, que se acentuará según las normas generales de la ortografía.


Los bellos latinismos

Rectificar es de sabios, y las locuciones latinas ya merecen tanto respeto como las de cualquier otra lengua.

Los latinismos adaptados al español conservan la tilde siempre que estén compuestos por una sola palabra –déficit, cuórums, hábitat–. Todas las locuciones latinas, al igual que el resto de vocablos extranjeros, se escriben sin tildes y en cursiva –curriculum vitae, motu proprio–.
Espero que os sirva para cuando iniciéis vuestras obras.

miércoles, 8 de junio de 2016

Los demostrativos 'este', 'ese', 'aquel' se escriben sin tilde

Volvemos con las nuevas normas que trajo la última edición de la Ortografía de la lengua española (2010).
Igual que ocurre con el adverbio solo, desde 1959 la Academia considera correcto no tildar los demostrativos este, eseaquel, con sus respectivos femeninos y plurales.

El Mundo, noviembre de 2011

Antes poníamos la tilde en estos demostrativos si eran pronombres (cuando no acompañan a ningún sustantivo [nombre]: Espero eso; Hablé con aquellos), para distinguirlos de los determinantes (cuando determinan al sustantivo: Este libro; Aquellos árboles) o adjetivos (cuando aparecen después del sustantivo: El libro este; La caja esa). Ahora ninguno lleva tilde.
¿Por qué se elimina la tilde diacrítica en estos demostrativos? Porque son palabras tónicas: las pronunciamos siempre igual, con la misma elevación del tono, sean determinantes, adjetivos o pronombres.

 El Mundo, noviembre de 2011


«A partir de ahora, lo que se plantea actualmente es que ni los determinantes, ni los adjetivos, ni los pronombres demostrativos requieren tilde. Es más: la norma es mucho más sencilla, ya que ningún demostrativo se tilda, independientemente de la categoría gramatical que tenga en cada caso. Nadie tiene que hacer análisis gramatical para saber si debe poner una tilde o no».

Por lo tanto, a los demostrativos este, ese, aquel, les aplicamos la misma norma que al adverbio solo: no debemos escribirlos con tilde, incluso en casos de ambigüedad.

lunes, 6 de junio de 2016

SOLO no necesita tilde


Solo, ya sea adjetivo o adverbio, no lleva tilde según las normas generales de la Ortografía de la lengua española.
En los medios de comunicación es frecuente encontrar ejemplos como «Sólo una de cada tres europeas víctimas de violencia lo denuncia», «Jesé ya sólo está a dos goles de igualar a Raúl en su primer año» o «El nuevo plan para las autovías quebradas elevaría el déficit en sólo 1000 millones».
La Ortografía señala que «la palabra solo, tanto cuando es adverbio como cuando es adjetivo, así como los demostrativos esteese aquel […], son voces que no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación».
A continuación en esta misma obra se recuerda que, respecto a los casos en que solo puede interpretarse como adjetivo y adverbio en un mismo enunciado («El presidente viajó solo a la reunión de líderes americanos»), con el consiguiente riesgo de ambigüedad, la Academia venía prescribiendo tildar el adverbio solo para indicar que en ese enunciado no actuaba como adjetivo.
En la actualidad, sin embargo, ni siquiera en casos de ambigüedad es necesaria (aunque sí es admisible) la tilde del adverbio soloSí se considera falta de ortografía, en cambio, tildar el adverbio solo cuando no existe riesgo de ambigüedad.
Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir:
 «Solo una de cada tres europeas víctimas de violencia lo denuncia», «Jesé ya solo está a dos goles de igualar a Raúl en su primer año» y «El nuevo plan para las autovías quebradas elevaría el déficit en solo 1000 millones».

miércoles, 1 de junio de 2016

El uso de la coma


Todos sabemos que la coma, el signo de puntuación más utilizado, marca una pausa breve dentro del enunciado y, si somos buenos lectores, habremos advertido también  que en muchos casos su uso es arbitrario y depende del gusto o estilo de quien escribe. Sin embargo, existen unas normas básicas que hay que respetar y seguir para que nuestros textos, literarios o no, se lean y comprendan a la primera.
Nadie se olvida de montar en bicicleta o patinar una vez que ha aprendido. Lo mismo ocurre con las normas sobre el uso de la coma: una vez que se conocen y comprenden, su empleo acaba siendo automático. Es cuestión de práctica. Y lo que escribimos mejorará sensiblemente.
Este es un decálogo básico sobre el uso de la coma, con cinco reglas positivas (es decir, se escribe coma) y cinco negativas (es decir, no se escribe coma).
Empecemos por las positivas:
1.     Se escribe coma, antes y después (o solo antes o solo después, según la situación), para delimitar acotaciones (o explicaciones) dentro de la oración principal, sean adjetivos, construcciones de gerundio, oraciones subordinadas, locuciones adverbiales o frases hechas:
Eduardo, llorando a lágrima viva, salió de la habitación.
Dicho lo cual, me retiro.
Inés, la novia de mi primo, llegó de Cuenca.
El niño, asustado, se escondió tras la puerta.
Toda esa ropa, incluidos los abrigos, está sucia.
La tierra, pensaba Alejandro, era demasiado grande para conocerla entera.
Sea como fuere, nada ha cambiado.
2.     Se escribe coma para separar elementos de una misma serie morfosintácticamente equivalentes:
He comprando tomates, pimientos, cebollas y pepino.
En invierno me acuesto pronto, duermo mucho y casi no como.
Me dijiste que vendrías, que iríamos de compras, que me invitarías…
Llegó, vio, venció.
3.     Se escribe coma para sustituir un verbo omitido que ya se ha expresado en el contexto o se sobreentiende:
Pedro fue a clase; Juan, a nadar.
Los que no sepan nadar, a la piscina pequeña.
Cecilia es abogada; Jorge y Manolo, ingenieros industriales, y Enrique, arquitecto.
(Recuérdese este último ejemplo cuando se lea la regla 8: en este caso concreto, siempre es necesaria la coma antes de la conjunción y.) 
4.     Se escribe coma para acotar un nombre en vocativo, sea al principio, en medio o al final de una oración:
Hola, Laura, ¿cómo estás?
Carmen, tráeme un café.
Echa un ojo a esto, Carlos.
Jorge, escúchame; escúchame bien,  Jorge; repito por última vez, Jorge, que me escuches.
No, señor.
5.     Se escribe coma para marcar que se ha invertido el orden en una oración compuesta, adelantando la cláusula subordinada a la principal:
Si vienes a Madrid, llámame (pero sin coma: Llámame si vienes a Madrid).
Aunque no lo creas, es cierto (pero sin coma: Es cierto aunque no lo creas).
Cuando estés en Sevilla, acuérdate de comprar el abanico(pero sin coma: Acuérdate de comprar el abanico cuando estés en Sevilla).
Para no olvidarme, dejé una nota en la nevera (pero sin coma: Dejé una nota en la nevera para no olvidarme).
Las reglas negativas son:
6.     No se escribe coma entre el sujeto y el verbo de una oración, incluso cuando el sujeto esté compuesto por varios elementos:
Los vendedores de seguros siempre llaman dos veces (y nunca: Los vendedores de seguros [,] siempre llaman dos veces).
Conseguir que tú y  yo nos entendamos siempre ha sido lo más importante (y nunca: Conseguir que tú y yo nos entendamos[,] siempre ha sido lo más importante).
El que se pica ajos come (y nunca: El que se pica[,] ajos come).
7.     No se escribe coma entre el verbo y sus complementos si siguen un orden lógico:
Las niñas del colegio comían las asquerosas sardinas aguantando el asco (pero se escribe: Aguantando el asco, las niñas del colegio comían las asquerosas sardinas).
La gente murmuraba sobre esto y aquello en pequeños corrillos (pero se escribe: Sobre esto y aquello, en pequeños corrillos,  la gente murmuraba).
Pedro nadaba como un pez de aguas frías entre las gélidas olas (pero se escribe: Como un pez en el agua entre las gélidas olas, Pedro nadaba).
8.     No se escribe coma delante ni después de las conjunciones y, e, o, u, ni, que,  siempre que no haya ningún inciso entremedias y unan elementos morfosintácticamente equivalentes:
Comimos carne, fruta y postre (pero se escribe: Comimos carne, fruta y postre, y luego nos fuimos al cine).
No quiero llorar ni quedarme en casa (pero se escribe: No quiero llorar ni quedarme en casa, ni tampoco que la gente me tenga pena).
A las mujeres les prometen que serán iguales a los hombres (pero se escribe: A las mujeres les prometen, tontas de ellas, que serán iguales a los hombres).
No sé si viajaré a Francia, Italia o Rusia (pero  se escribe: No sé si viajaré a Francia, Italia o Rusia,  o me marcharé a casa de mi madre).
9.     No se coloca coma delante de paréntesis, corchete ni guión; la que corresponda se escribe detrás :
La historia, escrita en latín (la primera versión), se publicó hace tiempo.
El maíz, molido o en mazorca —y cocinado en tortillas—, era su dieta principal.
10. No se escribe coma detrás de la conjunción pero cuando introduce una pregunta o exclamación:
Pero ¿quién te lo dijo?
Pero ¡qué horror!
Como conclusión, recordemos que la coma debe ayudar a la lectura y no interrumpirla, y que este decálogo puede compendiarse en dos reglas fundamentales:
·        Nunca se escribe coma entre el sujeto y su verbo.
·        Los incisos y cambios de orden lógico que surjan en la oración se marcan con comas. 
Quedan, por supuesto, infinidad de usos más, sujetos en su mayoría al criterio de quien escribe. Para ampliar esta información, unas de las mejores fuentes son el Diccionario panhispánico de dudas de la Asociación de Academias de la Lengua Española y el Diccionario de uso del español de María Moliner.