viernes, 16 de abril de 2021

¿Tiene que tener?

 



En alguna ocasión me hice esta pregunta, y es que no es raro escuchar oraciones tales como “El aspirante tiene que tener todos los requisitos para el puesto”, o “¿Cuánto tiene que tener de presión un aire acondicionado?” o “¿Qué tiene que tener un hombre para considerarse bueno?”.

“Tiene que tener” es una construcción llamada perífrasis verbal. Este fenómeno lingüístico implica una agrupación verbal que funciona como un solo núcleo oracional. Algunos gramáticos prefieren la denominación “frases verbales” (Gili Gaya 1994:106).

Por regla general, las perífrasis verbales constan de un verbo en forma personal (o conjugado) que funciona como auxiliar y un verbo auxiliado o principal (infinitivo, participio o gerundio). Citemos la siguiente oración: “Vamos a comer temprano”. En toda perífrasis, y, específicamente en este caso, el primer verbo (o auxiliar) “vamos” es un verbo conjugado que ha perdido su contenido semántico porque ya no significa “moverse de un lugar hacia otro”. El segundo verbo (o auxiliado) “comer” es una forma no personal (un infinitivo) que aporta el significado. Normalmente, la unión entre los dos verbos es indirecta porque aparece entre ellos una preposición o una conjunción, como en los ejemplos citados. En las perífrasis con más de dos verbos solo el primero de ellos aparece en forma personal, los demás y el auxiliado, en forma no personal: “No me importa volver a perder”, “Podía comenzar a gritar”.

Pero ¿qué concurrencias verbales no son consideradas perífrasis? No hay perífrasis cuando la forma personal mantiene su significado pleno: En “Llevo prendido un clavel en la solapa de mi camisa” no hay perífrasis (en adelante NP), frente a “Llevo perdidos tres mil dólares”; cuando la forma no personal puede sustituirse por otra función gramatical (sustantivo, adjetivo o adverbio): “Quiero bailar” (NP) por “Quiero un baile”, “Está animado” (NP) por “Está animoso” o “Vivo cantando” (NP) por “Vivo alegremente”.

Al respecto y sobre la secuencia “Tienen que estudiar” Gómez Torrego y Alarcos Llorach aseguran que se trata de una perífrasis.

La secuencia verbal “Tiene que tener” no representa mayores comentarios de parte de los gramáticos de la lengua, sin embargo en la clasificación semántica es una perífrasis modal cuyo valor esencial es el de obligación o mandato, por lo que puede ser equiparable a las perífrasis “Deber + infinitivo” (“Deben venir temprano hoy”), “Haber de + infinitivo” (“Hemos de buscar una solución”), “Haber que + infinitivo” (“Hay que tener la tranquilidad necesaria”).

La perífrasis “tiene que tener” puede sugerir al hablante cierta repetición de palabras dentro de una misma frase que genere cacofonía o disonancia, es decir, “una inarmónica combinación de los elementos acústicos de la palabra” (DRAE, 2001), sin embargo su uso es correcto. Digamos que es una construcción especial pues el verbo auxiliar y el auxiliado comparten el mismo lexema o raíz “tengo que tener”, “tenemos que tener” y “tiene que tener”. En todo caso, en una misma cadena hablada evitemos otras palabras cuyos lexemas (raíces) sean similares como “Te dijeron que en verano tienes que tener tiempos de total relax”; que generan cacofonía y, en estos casos, utilicemos perífrasis del tipo “Deber + infinitivo”, “Haber de + infinitivo” o “Haber que + infinitivo”.


                                                                                                                                            Fabiola Bereche

Extraído del blog Castellano actual

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