Publicamos un nuevo texto de Agustín Jiménez Peñas. Que disfruten del relato:
Abre la frutería no sin estrépito. Le fastidia el madrugón para bajar a Madrid,
no tener un pavo, la contaminación y que está sin chica.
A media mañana toma un
café y al pasar por delante de un sindicato, ve que en la recepción hay una
mujer bien guapa. Miguel pasa. Quiere abrir una sección sindical. Le dan
documentación.
¡Qué mujer tan linda!
En dos días hay una manifestación. Y allí
va: banderas, carteles, pegatinas, eslóganes, voces, energía…Tras terminar la
manifestación, toman un bocadillo, la mujer linda…y otros compañeros.
En el bar
se ausenta para ir al baño y al regresar, la mujer linda habla con un hombre. Se
lo presenta a Miguel. El novio. Muy majos todos, pero Miguel se vuelve a casa.
Pasan los días sin nada especial y comprando el pan la mujer linda lo ve pasar y
le llama. Miguel se disculpa. Le invita a otra manifestación. Se excusa
débilmente. Al final, va. Otra vez caerá en la redes del desamor. Otra vez, las
banderas, las voces, los compañeros, otra vez el bocadillo, va al baño, vuelve.
La mujer linda habla con una mujer, ¡aún más linda!. Le presentan, es su
hermana.
Les deja solos. Le guiña un ojo.
AGUSTÍN JIMÉNEZ PEÑAS
"Pasan los días sin nada especial..." Y esas pequeñas cosas -nada especiales- que pasan, mientras tú estás muy ocupado en hacer otros planes, en desplegar banderas, eslóganes, voces, energía... ¿No son acaso esas pequeñas cosas las realmente especiales, las que nos cambian la vida...?
ResponderEliminarUn relato que deja pensar... Dos o tres pinceladas sobre fondo gris y se abre el lienzo donde añadir colores, palabras, emociones... ¡Un guiño al arco iris en las alas efecto-mariposa! ME GUSTA
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