lunes, 24 de septiembre de 2012

El ego del escritor

El ego del escritor nace de la posibilidad de publicar y ser famoso en la literatura. Al creador de historias les mueve la pasión y la vocación de su oficio, pero el motor más importante, el que hace que siga escribiendo es el "ego".
Creo que este post podrá molestar a muchos autores, pero como editor también tengo que defender mi posición y no siempre las críticas van a ir en contra de las editoriales, sino que muchos de los problemas que nacen entre la relación editor-autor, surge de ese endemoniado "ego" que hace que el escritor se sienta superior, que crea que su obra es una gran joya literaria, y que la culpa de que no triunfe y no venda más ejemplares sólo la tiene la editorial.
En los casi tres años que llevo en Editorial C & M, he tenido que luchar con este temido ego que ha hecho tambalear las relaciones de muchos de nuestros autores.
Ese ego es estimulado por las familias, los amigos, las entrevistas y el creer que la obra es única e irrepetible, y hace que el escritor sólo crea en él, y que todos los demás: crítica, editores y propios lectores, están equivocados y hacen que su carrera literaria se vea frenada por todos ellos.
Muchos escritores han explotado en medio de la madrugada y han llamado a su editor diciéndole que no encontraba su novela en los grandes almacenes; y esto es cierto. Le ocurrió a un editor, que una vez que regresó de sus vacaciones, se encontró dos mensajes en su contestador: uno, recriminándole lo de su libro, y otra llamada de otro enfurecido autor que no le había entregado la invitación para una copa navideña que ofrecía la editorial.
Muchos de estos escritores con el ego subido hasta cotas inimaginables no saben que ante todo está el oficio de escribir: Esto es: implicarse en el proceso creativo, elaborar cuidadosamente el lenguaje y crear historias para mejorar la vida a los lectores.
El señor Míster Ego sigue vivo en muchos escritores que anteponen su creatividad y su preciada novela ante todas las adversidades que encuentra a su paso. No quiero decir con esto que muchos de ellos no tengan razón, y en la historia ha quedado registrado que muchos de los escritores que han triunfado, han tenido ese parón de muchos editores que no creyeron en su novela, pero no todos pueden llegar a ese Olimpo que sólo está para los grandes escritores, quedando muchos de ellos por el camino, el tortuoso camino que existe, hasta la publicación de la obra.
La falta de humildad, la prepotencia, hacen que estos autores piensen que su meta sean las ganas de ser escritor y que se encuentra por encima de las ganas de escribir.
La explosión del ego se da en las presentaciones de libros. Estos escritores con el ego hinchado, se mueven como pez en el agua en estos actos, donde se pueden explayar y hablar de su obra de una forma que raya en la soberbia de sentirse los mejores, y no toleran ninguna crítica, ante lo que consideran un ataque a su obra maestra.

Otros, por el contrario, ven estas presentaciones como una forma de dar a conocer su obra, pero siempre buscando la parte literaria al acto, donde también pueden conocer a otros autores y lectores y aprender de todos ellos.
Mientras el ego siga estando, seguirá consumiendo a muchos nuevos escritores que les gustaría pasar a la historia de la literatura, pero que, al fin y al cabo, muy pocos son los elegidos.

2 comentarios:

  1. De todo hay en la viña del Señor, y supongo que a veces tenéis que lidiar con toros bravos que agotan la paciencia.

    Ánimo y buena faena, que seguro que con un par de chicuelinas o un pase de pecho a más de uno se le pone en su sitio ;-)

    Un abrazo.

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  2. Ja,ja,ja, sí que en muchas ocasiones haría falta una buena faena para salir adelante.
    Besos, S. Cid.

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